Jugar deportes es una forma estupenda de mantener a los niños activos, aprender a trabajar en equipo y practicar la disciplina. Algunos niños lo asimilan fácilmente: piden apuntarse a varios deportes, salen corriendo de casa cuando llega la hora del entrenamiento y empiezan a hacer amigos enseguida.
Otros tardan más en aficionarse al deporte. A lo mejor son tímidos y tardan en entrar en contacto con gente nueva. Puede que les dé vergüenza probar cosas nuevas. O tal vez se ponen nerviosos cuando no son los mejores en algo de inmediato. Si tienes un hijo que se muestra indeciso con el deporte, aquí tienes cinco maneras para motivarlo:
¿Y si lo intentaste todo y aún no están interesados? No pasa nada. El juego activo es lo más importante. Para eso no hace falta que tomen clases formales ni que se apunten a un equipo. Haz que se diviertan y que sigan moviéndose.
¡Regístrate ahora para recibir GRATIS consejos por texto - ¡Basado en la EDAD EXACTA de tu hijo ahora mismo!